martes, 30 de abril de 2013

La generalización cartográfica

LA GENERALIZACIÓN CARTOGRÁFICA.

OBJETIVO DE LA GENERALIZACIÓN

El objetivo principal de la generalización, es producir un mapa impreso claramente legible e interpretable a partir de una información base que se considera excesivamente abundante y densa para la escala de representación o el propósito del mapa.
El contenido del mapa deberá ser reducido a lo que es necesario y posible de representar. Lo más importante deberá ser enfatizado, y suprimido lo que carezca de importancia. La generalización comenzará en el punto en donde la evidencia de la expresión gráfica y la legibilidad se vuelven insuficientes.
En la mayoría de las veces el mapa base que se pretende utilizar presenta una escala mayor que el que queremos generar (Buttenfield y McMaster, 1991), en otros casos, se produce simplemente un cambio de objetivo que obliga a que se deba reducir coherentemente la densidad de determinados elementos gráficos para resaltar otros. La generalización cartográfica ha sido definida por la Asociación Cartográfica Internacional (ICA) “como la selección y representación simplificada de los detalles apropiados para la escala y/o el propósito del mapa” (Vázquez y Martín, 1995).
Habrá que seleccionar y organizar la información necesaria, de forma que el usuario al que va dirigido el mapa lo comprenda. Gershon Weltman:“Cuando aceptamos la idea de que no es necesaria la representación de toda la información disponible, entonces se debe seleccionar ésta según cada propósito particular”.
Las principales operaciones en el proceso generalización cartográfica manual son las siguientes:

Selección de elementos. El proceso de selección comienza cuando se deciden cuestiones como el espacio geográfico que va a ser cartografiado, la escala a la que irá el mapa, la proyección, aspectos relacionados con las variables a cartografiar (en el caso de los mapas temáticos), etc. La selección de los detalles viene impuesta por la necesidad de eliminar todo lo que contribuiría a hacer el mapa ilegible o confuso. Es decir, la selección de qué elementos cartográficos han de mantenerse y qué otros han de ser eliminados. Dicha selección debe estar basada tanto en criterios cualitativos como cuantitativos.

Su clasificación. El proceso de clasificación consiste en agrupar elementos de características similares. Se organiza la información que va a ser cartografiada de manera que se reduce la complejidad de la imagen del mapa, de manera que no se rompa el equilibrio natural del mapa; haciendo que los elementos que sean similares entre sí sufran transformaciones similares y respetando las relaciones existentes entre elementos de diferente naturaleza.

Simplificación (Generalización). La selección y clasificación son ejemplos de simplificación, aunque ésta puede tomar otras formas como la esquematización. La esquematización incluye múltiples operaciones como la de colapso (un río representado originalmente con sus dos márgenes es sustituido por su eje central), agregación (dos o más polígonos son agrupados en una única forma) o la simplificación (eliminación de las sinuosidades menos representativas de una forma lineal, como por ejemplo una carretera).

Simbolización. A medida que disminuye la escala aumenta el número de elementos que no pueden ser representados en sus dimensiones reales y han de ser sustituidos por símbolos lo más evocadores posibles. Con la disminución de la escala, la precisión de la ubicación de los elementos representados pasa a ser menos importante, adquiriendo mayor relevancia la información sobre la ocurrencia de un determinado fenómeno y su relación con los demás.

Fuentes: 


Gómez Escobar, Ma. del Consuelo.(2004). Métodos y técnicas de la Cartografía Temática. Instituto de Geografía, UNAM. México. 176 pp.



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